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sábado, 10 de marzo de 2007

LAIBACH - Histórico concierto en Bilbao (17 de mayo de 2005)


LAIBACH O LOS ESLOVENOS DE LAS CAVERNAS Y LA DESOLACIÓN

En una tarde-noche del 17 de mayo de 2005 en Bilbao, llegaron de Eslovenia, una de las repúblicas que actualmente componen la extinta Yugoslavia. La tarde estaba siendo lluviosa en Bilbao, uno de esos días desapacibles; pero esto era fuera, porque dentro de la Sala Azkena iba a ver el mejor concierto de este año de los que yo he visto. En la sala no habría más que 50 personas. No podía hacer mejor día para ver a Laibach porque el tiempo perfecto es éste para prepararse para un concierto tan lleno de solemnidad. Todos los que estábamos, seríamos de los pocos que conocíamos a Laibach, grupo serio y extremo donde los haya. Es un grupo marcial, con sonidos grandilocuentes, grandiosos, líricos y con sonidos guturales magistralmente interpretados por su cantante.

El concierto no empezó hasta las 9:30 h. con puntualidad inglesa. Las puertas del Azkena se abrieron sobre eso de las 9:10 h. y hasta ese momento mágico en que los Laibach salieron a escena, sonaba por los altavoces una música repetitiva de sintetizadores muy efectiva para crear ambiente. Pude adivinar en una de las partes “Lux Aeterna” de Giorgio Ligetti. Pues bien, el concierto empieza con el primer tema de su último disco “WAT”, llamado “B MASHINA”, y el cantante abriendo los brazos de par en par empieza a cantar con sonidos guturales. Va vestido todo de cuero negro, y en la cabeza lleva un hábito de monja, pero más que una monja parece una esfinge. A continuación ataca temas del otro disco de éxito que tienen LAIBACH – “NATO”. Las canciones que tocan, dos de ellas son versiones; éstas son IN THE ARMY NOW de Status Quo y THE DOGS OF WAR de Pink Floyd, para luego dar paso a uno de sus temas estrellas ALLE GEGEN ALLE, una especie de arenga musical muy rítmica y trepidante. Ritmos más o menos trepidantes para lo que venía después. Esto era el calentamiento.

A continuación el cantante se toma su primer descanso y los músicos, que son un guitarrista, un bajista, un teclista que se encarga de la secuenciación, y un baterista que tiene una caja y unos timbales electrónicos y los platos que son normales, están amplificados; éstos tocan un instrumental buenísimo y es el primero que van a hacer. Después sale otra vez el cantante para atacar todos los temas de su último disco, que acertadamente elige para la gira de cuatro conciertos que van a tocar en la geografía española.

Lo mejor sin duda, del concierto, es la escenificación de las dos damas que salen al escenario, que hacen de coristas y percusionistas a la vez. Tienen cada una un tambor electrónico para tocar y cada una de ellas tiene también dos baquetas para que rítmicamente y sin un solo fallo y totalmente concentradas en lo que tienen que hacer, no cometan ni un solo fallo. Todo perfecto. Las chicas en cuestión eran guapísimas, las típicas chicas eslavas, iban vestidas de negro, como todos también sea dicho, pero las dos chicas iban vestidas con una camiseta de tirantes negra, falda negra que les llegaba hasta un poquito más abajo que las rodillas y unas botas de cuero de tacón de aguja, tremendamente sexys. No apartaban ni un segundo la mirada de lo que tenían en frente, que era un proyector de cine, que exhibía imágenes sobre el escenario y delante de sus bellas estampas. Yo creo que fue lo mejor del concierto sin dudarlo. En medio estaba el cantante, que cada vez se entonaba más y más, ya que el ambiente era el propicio, toda la gente sepulcralmente callada, y cuando tenía que aplaudir, aplaudían, como debe ser.

Se acaba el concierto, y la poca gente que estamos pedimos que volvieran otra vez, y lógicamente volvieron, pero ¡cómo vuelven señores! Lo que menos nos esperábamos era el repertorio. Tocaron tres versiones de tres canciones muy famosas que a continuación cito cuáles son, por estricto orden militar: SYMPATHY FOR THE DEVIL de The Rolling Stones, ONE VISION de Queen, y LIFE IS LIFE de Opus. Toda una sorpresa este repertorio. Para luego acabar con una canción preciosa a modo de nana que decían un nombre en italiano, todo muy conmovedor.

Otra cosa digna de mención es el cambio de imagen de las chicas según iba avanzando el concierto, primero tenían un sombrero que parecía un sombrero griego de color negro, y que lo exhibían con sus dos trenzas rubias a los lados . Después las chicas se quitaron el sombrero y se quedaron con las trenzas a pelo, y ya para acabar en la nana se soltaron el pelo. En fin, unas verdaderas preciosidades centroeuropeas.

Los LAIBACH para acabar se quedan firmes en formación todos en su puesto y uno por uno van abandonando el escenario. Todo un conciertazo, sí señor. Toda una experiencia. A ver si aprendemos a disfrutar más de la música y os invito si podéis a que descubráis a este grupo. Si os gusta la verdadera música industrial, éste es vuestro grupo, un grupo sincero y marcial, lleno de matices electrónicos. Toda una pasada.

Saludos, Roberto Marcos.

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