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domingo, 18 de mayo de 2008

MARTINI SESSION CON DJ LITTLE HOBBIT


MARTINIS CON PETA-ZETAS Y DJ LITTLE HOBBIT EN HOBBITON 2008 D.C.

Ésta fue la frase más oída en la mañana: TIENES MÁS PELIGRO QUE EL BARRETT EN UNA MARTINI SESSION… Pero yo añadiría, que todos tenéis más peligro que yo juntos. En cuanto entré por esa maldita puerta como diría aquel cronista radiofónico, encontré la típica estampa singular de una chica de unas reducidas dimensiones capaz de poner “lo puto peor de los ochenta”, nostalgias y cosas algo serias, y otras mucho menos serias. En realidad no hubo nada serio. Fue una señal y no precisamente divina la que me indicó que el sábado por la mañana había un peligro de quedarse hasta las tantas bebiendo marianitos preparados y bailando al son de TOA TOA TOA TE NEZECITO TOAAAAA.

Desde los Ewoks hasta Duran Duran, estuvimos jugando con Enrique y Ana y su“amigo Félix”, una apología del suicidio que me dilucidó el amigo Bosco el Tosco y sus elucubraciones mentales, sus ojeras pronunciadas y sus melenas al viento, con esa frase en el estribillo: quiero ir contigo a jugar un ratito. Hubo un poco de todo, un poco de ginebra, un poco de perucci, un poco de fernet, un poco de mucho… Infinidad de piscolabis, aceitunitas y cebolletas. Lo que es una Martini Session normal pero multiplicado por cuatro, cuando la gente, bailaba Rafaela Carrá, coreaba canciones que todavía no se habían pinchado.

Y aquí está el producto estrella de la mañana y del resto de la tarde-noche, haciendo botar nuestras bocas, narices, oídos y cerebros. Son los famosos polvitos que te metes en la boca y saltan de la lengua al cielo del paladar. Eran los Peta-Zetas o Zeta-Petas, a gusto del consumidor. Saliendo del Residence, la gente fue a devorar pinchos y más mejunjes peligrosos, cafés a mansalva, y más pinchos, raciones de percebes, caracolillos, vamos cosas que tengan que ver con la famosa escena de la película ESPARTACO, con Tony Curtis haciendo de sirviente, marisco para viciosos.

En peregrinación por las mecas de la perdición de las tardes sabatinas en Bilbao, estuvimos allí casi la plana mayor de la candidatura a martini-maniacos del Residence, cogiendo vía Bixtrot, en otros dialectos como el chiquitistaní sería “Fistros”, unos pinchos de revueltos de setas impresionantes para llenar el buche, y alguna que otra gamba momificada con queso en lonchas, hacían de mis papilas gustativas una cascada de sabores mezclados, y más café…

Luego al Malcontento, este bar que se ha abierto apenas hará un mes, que nos perdone el amigo Javier Pino por la chapa y los incovenientes que pudimos causar, pero los caracolillos estaban buenísimos. Le pregunté a Javi: ¿por qué se llama Malcontento el bar? Y me dijo: mira mi cara… Desde ahí la gente fue desfilando y sólo quedamos 3 incautos peligrosos vagando hacia un bar de un amante escurridizo: un tal Igor. Bueno, aquí se acabó la aventura. Y otro día me iré a comer a tiempo, no vaya a ser que los Peta-Zetas me transtornen el cerebro. Alguno de los presentes se lo esnifó, no quiero decir quién… Pero bueno, ahí queda un testimonio escaneado de la golosina famosa, un entrenamiento para los niños para las drogas duras.

sábado, 17 de mayo de 2008

FIESTA MOD 16-5-2008




FIESTA MOD, PSICODÉLICA O LO QUE SEA… RESIDENCE PEOPLE AKA POWER TO THE PEOPLE


Esto bien podría ser un capítulo de la serie jóvenes, donde se reúnen en una fiesta hippie, y ponen I Am The Walrus y nos convertimos en el hombre-huevo. O bien podría ser un capítulo del extinto programa de Pepe Navarro –Esta noche cruzamos el Mississippi-, pero en esta gran fiesta que tuvimos ayer no sonaron temas como “Sweet Home Alabama” de Lynyrd Skynyrd ni “Love Like a Man” de Ten Years Alter. Algunos descubrieron la música rock, blues y soul con Pepe Navarro y sus recopilaciones patrocinadas.

Pero esto que vivimos ayer, era más bien de un capítulo de THE YOUNG ONES – JÓVENES. Donde estamos en el famoso programa de la fiesta Hippie donde a todos nos abduce un OVNI en forma de cuerda invisible con anzuelo de pesca y subimos hasta mundos insospechados. Los maestros de ceremonias en este caso llevaban como nombre: EL HIPPIE, EL HIPPIE, EL HIPPIE Y EL HIPPIE, faltaba EL JIPI, y eso va por Iñaki de Le Noise…

Tal día como hoy vi al grupo Laibach, hace ya 3 años, estos eslovenos de las cavernas me enseñaron que más allá de sonidos rudos existe la música, y gracias a gente como Syd Barrett, hoy día puedo decir que la psicodelia existe y mueve las fronteras de la mente y está en constante transformación en todos los aspectos.

Ayer pudimos disfrutar de los 4 hippies con sus locuras psicodélicas. Ellos son los 4 hermanos psicodélicos –Chicho, Kako, Blancanus y el gran Apanarres- que forman una hermandad de locos maravillosos que llenan esos espacios vacíos de los que hablaba Waters en The Wall…

Ayer 16 de mayo de 2008 sonaron temas tan dispares como Pictures of Matchticks Men de Status Quo, Harry Braff de The Bee Gees, cuando hacían psicodelia, Fire de The Crazy World of Arthur Brown, del que Blancanus tiene una foto con él en el festival yeyé de Gijón. Allí sonó Travelling Band de Creedence Clearwater Revival, también sonó alguna canción del gran grupo indie The Charlatans, Love Me Two Times de The Doors, allí estaba también un disco de Raphael con “h intercalada” –La canción del trabajo –qué gran diferencia con el chiqui chiqui…- Y bueno, acabó sonando Heroin de The Velvet Underground, toda una oda al exceso psicotrópico e inyectables varios… Protagonizado por el personaje que años más tarde se le cerraba un párpado en un concierto, síntoma secundario de alguna de las drogas de las que se acompañaban al amigo Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison y Mo Tucker, la baterista sin caja…

Y bien, la noche de ayer acabó como una película de los hermanos Marx, como no podía ser menos, la hermandad se fraccionó en minitribus diferenciadas, los había de Algorta, de Erandio, de Abando, de Madrid e incluso de Ocharcoaga. Nos metimos como sardinas en lata en un capotable y como pudimos metimos nuestros torturados huesos hasta llegar a los extrarradios de los antaño arrabales bilbainos.

domingo, 11 de mayo de 2008

SALA EL MONO (10-5-2008)


BRAND NEW SINCLAIRS Y THE EXTENDED PLAYS


La angustia de encontrar el lugar me turbó bastante al principio, pero la experiencia valió la pena, antes de perderme en las nieblas de la psicodelia y el alcohol, los habitáculos eran amplios, allí antes había una fábrica textil y con lo cual había enchufes colgados del techo en los que podías meter los dedos si querías suicidarte, pero ese no era mi objetivo y no tardé en ponerme a tono, con cantidad de cubatas de vodka y cervezas a tutiplén.

La sala era enorme ante mis ojos. Según iba subiendo por unas escaleras que señalaban al segundo piso, cuando en realidad era un cuarto, iba amenizando mi imaginación con sombras y ecos de un grupo ensayando. Un montacargas en el medio hacía de chimenea para expulsar todos mis demonios. Las proyecciones en el interior de L-MONO me recordaban a viejas escenas neoyorkinas de ese grupo que se llamaba The Velvet Underground.

Por allí, además de los fantasmas de Jim Morrison, Nico, Andy Wharhol, Marc Bolan e incluso el loco vivo Iggy Pop, hicieron estragos en mi mente, girando las conexiones de mi cerebro alrededor de una luz en el techo; volviendo a la realidad, allí estaban Brand New Sinclairs y The Extended Plays, haciendo el máximo ruido posible para hacernos vibrar como yo lo estoy haciendo al escribir estas líneas escuchando a las amigas L7 –Hungry For Stink-.

El anfitrión de la fiesta, que era el que cumplía años –CUMPLEAÑOS FELIZ TXABI!!!!!-, llegó con la boca tapada por cinta adhesiva y con los ojos tapados, y cuando le destaparon los ojos le ofrecieron la sorpresa, que era el fabuloso concierto que vimos, y la fiesta brutal que hubo después…


Antes del concierto me hicieron todo tipo de masajes con una máquina meneándome los lumbares en la que si te ponías a hacerte el masaje, estabas obligado a sacarte una foto con la cara de gustito que tenías en ese momento. Espero recibir la foto de un amigo que encontré allí.

En cuanto al concierto, muy poco puedo contar, ya que me tiré bailando como un animal y sudando como un condenado y de vez en cuando yendo al baño para mear lo poco que me quedaba en el cuerpo de sudor humano; los culos se rozaban, alguna me metía la mano entre las piernas, y cuando iba otra vez al baño, había una mujer muy gentil que hizo mis delicias pasándome un hielo por el cuello, con lo cual yo le correspondí con otro masaje por el cuello y las tetas.

Bueno, en fin, poca música y mucha locura. Es lo que puedo decir de la sala L-MONO. Juzgaz vosotros mismos: http://www.l-mono.org/

Aquí tenéis las huellas de una noche muy rara, que me gustaría recordar por lo extraño de su recuerdo, pero es como tener un látigo en la espalda que en principio te hace daño, pero en el fondo quieres que te flagelen. Momento álgido THE EXTENDED PLAYS, con THEREMIN MAN!!!!! Nos vemos en la próxima fiesta de mods en el Residence.