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viernes, 26 de junio de 2009

ZIMMING POINT - Dead Wasp Sting (nuevo disco)

Tengo entre mis manos uno de esos discos que al mirarlos a primera vista, siempre te preguntas algo. En este caso te preguntas por qué en la portada aparece un himenóptero, es decir una avispa, perfectamente dibujada, de esos dibujos de los libros de campo para conocer a los insectos con los que vivimos. El disco es Dead Wasp Sting, traducido al español: el aguijón de la avispa muerta. No es un digipack, pero en su interior tiene todo lujo de detalles sobre las participaciones de músicos, desinteresadamente de este dylaniano declarado, que no es otro que J.B. Heinink. Gracias a él lo tengo de regalo, y la verdad que suena muy bien y equilibrado. En su contraportada hay una foto de las torres Isozaki que tanta personalidad han dado a la capital vizcaina.


Y la canción que me dispongo a comentar es la quinta canción del álbum, llamada “Catfish”; siempre pienso en Catfish Louis cuando oigo esta palabra. Es un tema en medio tiempo, elegante y obsesivo. Pero por ser obsesivo no es aburrido para nada; tiene una atmósfera de bar lleno de humo. Hay un hermanamiento entre dos instrumentos que a mi entender tienen un protagonismo casi omnipresente en toda la canción: son dos instrumentos que son la guitarra eléctrica y el órgano, aunque el protagonismo del resto de los instrumentos para nada es anecdótica; se puede decir que forma una composición contundente y bien organizada.


Según voy poniendo en la función repetición esta canción, cada vez me gusta más y me engancha; podría ser el segundo single del disco. Indiscutiblemente un tema importante y a tener muy en cuenta es el tema trece“Dead Wicked Messenger”, con la urgencia típica de Dylan en sus momentos para carreteriles. Tiene un feeling especial, es un blues raro pero efectivo. Como he dicho antes es el típico tema para poner en un bar después de medianoche cuando la gente ha acabado de ver un concierto de blues.


En realidad tiene otra lectura diferente lo de la avispita, y como es bien sabido WASP es un grupo heavy de los ochenta al que solía escuchar de vez en cuando, y significa WHITE ANGLO SAXON PROTESTANT (blanco – anglo – sajón – protestante), aunque este acrónimo inglés es desmentido por la propia banda, y ciertos colectivos conservadores norteamericanos consideraron estas siglas como “We Are Sexual Perverts” (somos pervertidos sexuales), o We Are Satanic People (Somos gente satánica), pero bueno, creo que tenía que explicarlo; también recordar que hay una canción del disco L.A.Woman de The Doors que se llama “WASP (Texas Radio And The Big Beat)”, o también conocida como “Stoned Inmaculated”.


Sólo deciros que si hay alguien que quiere adquirir a este discípulo de Dylan encarnando el grupo más dylaniano de Bilbao y posiblemente de toda la provincia, tiene que escuchar este disco y otro más que tienen Zimming Point –Some Came Rolling Down- con más temas vibrantes y espectacularmente blueseros, folkies, rockeros. Si te gusta Dylan, te gusta Zimming Point, y es que las grabaciones han salido muy redonditas, con Saúl Santolaria y J.B. Heinink en la producción, en sus estudios de Urduliz.


El personal es el siguiente:


Félix Cabezas: vocals, bass, acoustic and electric guitars

Lucas Cortázar: vocals, electric guitar, organ and piano

Juan Gumuzio “Gumu”: vocals, banjo, drums, accoustic and electric guitars

Juan B. Heinink “JB”: vocals, harmonica, kazoo and acoustic guitar

Rubén Sastre: drums

Aitor Alejandro: organ and vocals

Pablo Almaraz: harmonica

Isabel Santamaría: piano

Gorka Mirantes: percusión

David Martín: bass

Manu Iturregi: accordion

John Franks: vocals

Saúl Santolaria: percussion


PD: el escribir una crónica sobre un disco me hace sentir como si fuera Óscar Cubillo haciendo una crítica-canapé-sirope de fresa-superguay vestido de frac para la ocasión, o Cifuentes en un concierto de Sepultura. Sólo dar las gracias a músicos como éstos que he citado a que sigan con el afán de hacérnoslo pasar bien al personal. Y según sigo escuchando más cortes del disco, me va gustando más, aunque la voz de J.B. la podría confundir tranquilamente con la de Dylan.



jueves, 25 de junio de 2009

MICHAEL JACKSON HA MUERTO (26.6.2009)

No tengo un cigarrillo entre los dedos, ni tampoco me meto rallas, ni tampoco me esnifo pegamento, no me follo a niños, no creo en las megaestrellas, veo películas de Hollywood buscando la verdad en el celuloide, pero la verdad es que no he encontrado nada lo suficientemente bueno como para grabarlo en mi memoria portátil y llevármelo a todas partes para enseñárselo a mis amigos.


Pero hoy ha muerto Michael Jackson y creo que estoy muy afectado, porque además de ser un gran artista, creo que ha formado gran parte de nuestra niñez, un artista capaz de aterrorizar a una generación con un vídeo de música que se basó en una película de terror, ¿o fue una película de terror la que se basó en un vídeo?


El caso es que no quiero que me coman la cabeza con tanta palabrería barata. Sólo quiero escuchar dos discos clave en la carrera de Michael Jackson, que son “Thriller” y “Bad”. Con este último aprendí en mis días mozos que se puede ser malo y condescendiente y se puede ser malo siendo bueno, y se puede ser bueno siendo malo; pero no se puede tener talento sin tenerlo.


Precisamente esta noche antes de montarme en un taxi para ir a mi casa, me he enterado de que Michael Jackson ha muerto, y la verdad que han matado algo de mi infancia, aquella película de “Moonwalker”, aunque siendo un horror, sigue siendo una de esas cosas que te marcan la vida y sigues recordando con cierta añoranza. Aquellas salas de cine que ponían películas de todo tipo, los acomodadores, los conciertos, cuando no había DVD, había VHS, y aún así la gente seguía yendo a ver pelis.


Hoy hago un velatorio simbólico por dos grandes: Antonio Vega y Michael Jackson. Ahora voy a ponerme dos clásicos de ayer y de hoy: “El sitio de mi recreo” y “Billie Jean”. Dos artistas que acabaron casi a la par sus días de gloria: 1988.


http://www.goear.com/listen/e2e7add/Dont-stop-till-you-get-enough-Michael-Jackson

Tema: Don't Stop Till You Get Enough - MICHAEL JACKSON

http://www.goear.com/listen/cdb0d7c/El-sitio-de-mi-recreo-Antonio-Vega

Tema: El Sitio de mi Recreo - ANTONIO VEGA

sábado, 20 de junio de 2009

MALCOLM SCARPA EN LOS BILLARES DE ROMO

MALCOLM SCARPA EN LOS BILLARES DE ROMO-LAS ARENAS-GUECHO O EL TÍO DEL TRAJE VACÍO COLGADO DE UNA PARED SUCIA

Cito a Malcolm Scarpa: Miro un cuadro que hay colgado en la pared, está pintado realmente mal, pero hace dos años yo pensaba que era genial. Todo sigue idéntico en general, pero tus risas se han ido a otro lugar. Miro en el sofá y ya no estás.


Esta sensación más o menos es la que llevo yo después de haber estado en la Feria del Humor 2009 de Lejona, donde he visto el “compañerismo” que hay entre gente de la “cuadrilla”. Pero he de decir que gracias a haber ido a ver el día 19 de junio a la Feria del Humor 2009, me encontré en el Metro de Bilbao a Malcolm Scarpa con otro compañero al que conocía de vista, un tipo que tiene unos aires de Elvis Costello, y me dijeron que en los billares de la calle Urquizu de Romo – Las Arenas – Guecho – había un concierto de un tipo extraño mirando por encima de las gafas y hablando de pequeñas chicas, secretarias trabajando debajo de la mesa y arte decadente: el gran Malcolm.


En cuanto salí de la puerta del Metro-Bilbao y guiándome por los aros olímpicos que hay en cada estación –éstos son por duplicado-; me encontraba algo aturdido por haber visto sólo un par de fotos buenas en la exposición de la Feria del Humor. Pero ahora que estoy escuchando este pedazo de trabajo con un diseño cojonudo en la portada para empezar; se llama “El Traje Vacío” y sale un traje vacío donde se supone que está el cantante; estoy empezando a mascar los primeros acordes del disco y me he dado cuenta de que pocos discos hay hoy día como esta pequeña maravilla, lo tiene todo: introspección, psicodelia, música de salón, el absurdo de las palabras y mucho de Syd Barrett.


En directo Malcolm sólo le basta tener una guitarra, un amplificador y un juego de voces con dos altavoces para acallar a imbéciles que no paran de hablar. Repasa éxitos ocultos y otros no tan ocultos y talentos perdidos y cantantes y más cantantes. El habitáculo era enorme y mi resaca más. Y es ese viento maldito que no me deja respirar el que me empuja a ser más fuerte y pasar de estúpidos y estupideces. Estábamos algún loco que otro, sentados en aquel bar de madera llena de gente hasta que llegó Malcolm con su ejército de antipáticos animales psicodélicos. Y como cuando Chubby Checker en su apogeo y su “Let’s Twist Again” y demás gilipolleces, Malcolm hizo lo mismo que Checker con este último disco, y dando rienda suelta a su talentoso talento ha grabado un disco y como hiciera Chubby en su día que se fue a Holanda, se perdió por Amsterdamm se fumó unos petardos y grabó un disco de psicodelia. Todo un hito en la música del que poco se conoce. Y es que España no es país para genios y muchos países y este mundo en general no es justo con la gente que vale.


Había un perímetro de seguridad para proteger a Malcolm de sus propios fans. Tenía exactamente 7 discos para vender entre los 7 locos que había en los billares. Una hora bastó para acabar con el repertorio. Pantalones carmín de enfermera, zapatillas de moda –pero no mucho- y una sudadera negra del catálogo Carrefour. Un tío me dijo si el concierto empezaba ya, cuando era media hora más tarde de la hora prevista, y al acabar me preguntó otra vez que si el concierto había empezado a eso de las 22:15. La gente tiene el reloj biológico muy mal regulado…

domingo, 7 de junio de 2009

IGRICZEK - Residence-Café (Bilbao a 7 de junio de 2009)

Como si se tratara de un cuento perdido en los tiempos, vinieron unos trovadores vagando por los campos de Hungría y Moldavia, cantando canciones manadas de un libro raído por los avatares de la historia, polvoriento después de haber estado mucho tiempo encerrado en un mueble hecho de maderas nobles, y ensalzando su condición de centroeuropeos, traernos su hospitalidad en forma de música celestial en este solar de vacíos sociales y ancestrales, llamado España.


Hacía falta que viniesen los bárbaros para aporrear los tambores fabricados con piel de vaca supongo; de los que se encargaban dos percusionistas que cuando tenían que atender los parches ablandaban las pieles de vaca y las calentaban al son de los sudores ocasionados por el calor del Residence, dos hombres bárbaros que al dúo tocaban dos gaitas húngaras, los cuales soplaban al unísono y mantenían un sonido largo y tribal gracias al cual todos los asistentes al concierto entrábamos en trance místico. Una violinista de reducidas dimensiones y que tocaba el instrumento de forma magistral, ejecutaba notas cortantes y rápidas a través del galope tendido de sus compañeros percusionistas, y por fin una delicia de cantante con una voz limpia y que tomaba té adornaba los compases con cascabeles y percusiones de cerámica –otro tema más para entrar en contacto con los elementales europeos-; el hombre rubio de la gaita –József Szedlák- se encargaba de hacer el dúo con la guapa cantante –Andrea Navratil-.


Allí estaba Osés, el mayor fabricante de albokas de la comarca presentando el evento para los pocos y sibaritas escuchantes de las mejores mieles del centro de Europa; y es que Europa tiene tantos músicos y artistas interesantes en general que cuesta imaginarse el mundo moderno sin la vieja Europa y también la nueva sin olvidar la vieja. IGRICZEK es un grupo de músicos a la antigua usanza, que gustan de viajar por todos los sitios con sus vestimentas antiguas, exhibiendo la bandera de los avatares dorados en sus espaldas, rojos y dorados, lilas y ocres, especialistas en cruces de caminos entre Oriente Medio, centro de Europa, músicas judías, gitanas, moras y por qué no, también de la península ibérica.


Todo un deleite para los sentidos; si cerráramos los ojos y necesitaríamos pensar en un olor, seguramente olería a incienso, si nos tapamos los oídos y les vemos, viajamos en el tiempo hasta la Edad Media donde bailaban los malandrines por los campos verdes.


El segundo domingo inolvidable en un local atípico con músicos atípicos y con una gente atípica y con ganas de saber más cada día. Un servidor que al verles, cerró los ojos y se imaginó en las verdes praderas de Centro-Europa.


Os recomiendo encarecidamente este grupazo, que sin llamar mucho la atención, son gente humilde, abierta, y llegan al alma humana; cantan en idiomas extraños para nosotros, pero con una musicalidad impregnada en los versos del pergamino. Yo me compré los dos discos con una estética exquisita, en digipack los dos, con una edición de las carátulas con todo lujo de detalles: fotos, dibujos, letras y aromas a antiguo.


Lobos, mariposas, dragones y serpientes, hiedras enroscadas y campos de trigo, signos que simbolizan el sol, y nosotros con las manos abiertas al cielo a que nos caiga la lluvia purificadora del encanto de Hungría y Moldavia juntas.


http://igriczek.hu/



lunes, 1 de junio de 2009

NEIL YOUNG EN ANOETA - SAN SEBASTIÁN 31-5-2009


Ahí salía el hombre tímido y solitario. Pero había un montón de gente dispuesta a aplaudir cada una de sus indecisiones benditas en cada final de canción. Este hombre que en la película de Scorssesse acompañando a La Banda (The Band), salía con ese ánimo dedicado a su pasión: la música; nada más que la música, hasta quedarse sordo, sublimando su situación de salud, y entregándose hasta más no poder, ese hombre es Neil Young; aunque no tenga a su banda de siempre, el siempre perfeccionista y dedicado a las causas perdidas: sus aficionados abnegados, ese anfitrión invisible, la aguja, el loco y la bruja, hacen acto de presencia entre tanto cuento de hadas, humo de marihuana, espuma de cerveza y parqué barato pisado por los carrozas del rock, una legión de treintañeros para arriba…


Vino danzando a través del agua, trajo muchos regalos para Montezuma que estaba en la orilla con sus perlas y sus hojas de coca. Trajo a una legión de personajes del universo de Neil, un universo difícil de explicar si no estás inmerso en su mundo de hadas, hippies y tíos raros que sólo quieren bailar rock and roll. Trajo un montón de clásicos debajo del brazo, y lo dio todo durante dos horas; con su niqui blanco, la camisa de franela encima sin abrochar, sus pantalones desgastados, sus zapatillas sucias por el barro de Woodstock, los coros de Crosby, Stills & Nash, Pocahontas y yo. Todo estaba a sus pies, una legión de aficionados emocionándose con cada una de sus canciones, con el vello de punta en todo momento; y entregados a la causa.


El equipo de sonido de costumbre, un altavoz de 1000 Watios detrás de Neil, reventado por las miles de cuchillas de sus seis cuerdas, el calor humano de los suyos–uno de ellos Ben Keith-, dos coristas, su mujer al piano. La gente aclamando cada uno de los temas, con pasión y a veces con lágrimas en los ojos por la emoción de escuchar un “Cortez The Killer”, un “Pocahontas”, un “Old Man”, alguno de sus clásicos ocultos en discos como “Old Ways” o “Comes A Time”. Todo un lujo ver a un viejo de 64 años que puede dar lecciones a muchos jovenzuelos en cuanto a tesón y buen hacer, con un handicap de su salud frágil.


Se palpaba algo extraño antes de que empezara el concierto. Una expectación que sólo hay cuando sale al escenario un músico grande de verdad. Electricidad estática y un respeto absoluto hacia uno de los monstruos del rock en todas las décadas, algunas un poquito oscuras como en los ochenta con discos como “Landing On Water” o “Life”. Aunque personalmente reconozco que soy un fan de todo lo que hizo.


Finalmente salió al escenario y sonó “Mansion on the hill” del disco “Raged Glory”; empezaba a crujir el amplificador, para romperlo aún más con los primeros acordes sordos de otro clásico dedicado a Johnny Rotten –Hey Hey, My My-; siguió el momento inicial y mágico con “Pocahontas”, una versión electrificada pero no por eso menos delicada; he de reconocer que en este momento los ojos se me humedecieron por la emoción; pero en momento clave sin duda en cuanto a sonido, comunión con el público y ese ambiente que me llevaba directamente a un concierto de los Crazy Horse en los setenta fue “Cortez The Killer”, psicodelia de la buena se mascó en este tema, largo y tortuoso como la historia que cuenta. Seguimos con otro gran clásico que es “Cinamon Girl” en el que los melenudos y los calvos movían la cabeza. Con “Rockin’ In The Free World” nos volcamos todos.


Para dar un descanso tocó un himno muy suyo dedicado a la madre Tierra, titulado “Mother Earth”. Se colgó la acústica y nos recordó que todavía hoy el “Harvest” es uno de los discos de cabecera de cualquier aficionado a la música que se precie. Cuando sonó “Heart Of Gold” a más de uno se le abrieron las carnes; pero otro de los momentos clave fue sin duda “Old Man”; justo lo comentaba al de al lado –ahora estaría bien que tocara “Old Man”- y efectivamente sonaron los primeros acordes de este temón.


De nuevo se colgó otra vez la guitarra eléctrica y tocó otro de los himnos lisérgicos de su disco “Everybody Knows This Is Nowhere”. Con “Down By The River” y el tema que da título al disco finiquitó el disco más hippie de la carrera en solitario de Young. Huyendo un poquito hacia delante nos encontramos en 1985 con el disco de country “Old Ways” y tocó otro temazo “Get Back To The Country” con el que casi nadie se emocionó demasiado. Y como a Neil Young le gusta sacar disco prácticamente cada año, pues se sacó de la manga un par de canciones de su último disco y el abuelo se pone los cascos de tapón y hace de las suyas, ese country cañero y macarrilla que suena en un Cadillac después de medianoche.


Y para finalizar y como no podía ser menos, sin empalagar y habiendo pasado casi dos horas, sonaron los acordes mágicos de “Like A Hurricane” que después de pedirlo a gritos todo el velódromo de Anoeta, se hizo una espera larga hasta que salió toda la banda de nuevo y nos regalaron el mejor bis que pudieron.


Se dejaron en el tintero canciones míticas –y es normal- por que son casi 50 discos en solitario, y con Buffalo Springfield y colaboraciones… Pero dio lo mismo, fue un tiempo medido, sin empachos, y como cuando ves una gran película que dura 4 horas y te parece corta porque es una obra maestra, con Neil Young pasa lo mismo, mejora como el buen vino.


Que vivas muchos años Neil. Fuckin’ Up!!!!