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jueves, 28 de abril de 2011

JOY DIVISION - Closer (1980)


JOY DIVISION Closer (1980)

Hace unos días he visto una película documental sobre la vida Ian Curtis y su grupo Joy Division, donde había unas cuantas entrevistas, trozos de películas ensambladas con imágenes viejunas de Joy Division y de la época en la que se desarrollaron los inicios del grupo; allá por Manchester, una ciudad industrial sucia y asquerosa como cualquier otra de la revolución industrial, fue el germen de muchas bandas de la era punk y post-punk, dando lugar a un sonido bronco y siniestro. Y la película en cuestión me parece un desastre en todo: las entrevistas son insulsas y no salen de lo más banal, no se habla de lo fundamental que no es otra cosa que el protagonista de la historia: Ian Curtis; pasan por encima de los orígenes de Joy Division que además de su sonido punk tienen unas letras buenas de verdad. A lo único que se dedicó el director de la película –Grant Gee- es a prestar atención a incidentes sin importancia, tales como una pelea, una gamberrada en un hotel o un tío drogado diciendo gilipolleces.

El caso es que la película me ha servido para acordarme de que tengo un disco de Joy Division en mente que me parece uno de los mejores discos de la historia. “Closer” es un disco intensamente depresivo con un sonido devastador. Se grabó en 13 días y 13 noches y fue el segundo disco de Joy Division, grabado en vida de Ian Curtis, pero publicado después de su muerte con un título, una carátula y diseño dignos de una muerte plasmada en papel y en vinilo; después de la muerte Ian Curtis colgado en su propia cocina, el disco póstumo cobró mayor importancia y dramatismo, gracias a que la gente en general suele estar atraída por la muerte y el consiguiente mercadeo y más si se trata de un cantante tan carismático como Ian Curtis que padecía de epilepsia a una temprana edad y que sufrió la incomprensión de sus compañeros de grupo que más tarde se llamaron New Order.

El diseño de “Closer” es sobrio con un color amarillento y en medio de la portada una foto de velatorio de Bernard Pierre Wolff. En la cubierta frontal del disco figura esa foto con la palabra “Closer” y en la trasera “Joy Division” y contiene una perfecta conjunción de 9 canciones que una tras otra son una obra de arte.

Comencemos por la primera obra de arte: en un sonido como si de sosa cáustica se tratase, nos encontramos con la descripción de la crueldad humana y el regocijo por el sufrimiento ajeno. “Atrocity Exhibition” comienza con una batería creando un muro circular de sonido continuo con un bajo oscuro y unas guitarras huyendo de las melodías fáciles. Y la letra no puede ser más desesperanzadora. Nos describe el manicomio donde va toda la gente válida que hay en este mundo, en un momento u otro acaba en la más absoluta de las soledades, preguntándose porqué le miran tanto si ya han conseguido lo que querían: acabar con los realmente valiosos en esta sociedad.

El segundo corte es frío como el hielo y comienza con una percusión electrónica acompasada a modo de túnel de sonido y aparece en escena el sintetizador construyendo un futurismo sonoro, pero con un claro mensaje de aislamiento, se repite una y otra vez: “Isolation”. El sonido se dulcifica un poco, pero sólo eso.

El tercer tema es “Passover” que significa “Pascua” que habla de la crisis sentimental que Ian Curtis tuvo con su mujer –Deborah Curtis- poco antes de morir suicidado. La canción comienza con una batería fría y Ian cantando por encima como una nana macabra ante todo lo que él considera errores en su vida e inseguridades; una vida contada como un carrete al que le quedan 2 ó 3 fotos por obtener desde hace mucho tiempo pero que no acaban de ser obtenidas y ese carrete corre el riesgo de caducarse y morir el color… Todo se volvió blanco y vacío.

El cuarto tema “Colony” es uno de mis favoritos por su inmediatez sonora; pero el mensaje siempre es el mismo: desesperanza, pesadillas, reproches y no saber muy bien porqué estamos aquí. El ambiente es triste y potente a la vez, una conjunción de velocidad, agresividad y melancolía perfectas.

El quinto tema “A Means To An End” representa muy bien la sensación de tragedia griega de un joven europeo que ve sus ideales como algo muy familiar pero cada vez más inalcanzables. Un sentimiento de violencia contenida y frustración inunda esta canción. La amistad, el aislamiento de la sociedad y sueños de grandeza truncados se unen para dejarnos una sensación de horfandad del resto de la sociedad.

El sexto tema y cambiamos de cara es “Heart And Soul”, que más tarde daría título a una caja con temas en directo, maquetas, demos y un montón de tesoros que aglutinan toda la discografía de Joy Division, ofreciéndonos completos los discos “Unknown Pleasures”, “Closer”, “Substance” y “Still”. “Heart And Soul” es un viaje suicida y desesperanzador que parece una danza de seres inanimados en un túnel de sonido. Es otro de mis temas favoritos por lo emotivo y real que contiene su mensaje. Es aquí donde Ian Curtis hace una interpretación de la muerte como algo inevitable y sin dar rienda suelta a ningún sentimiento. Aunque el tema tenga un ritmo rápido y marcial, el mensaje es bien claro: corazón y alma, uno arderá.

El séptimo tema “Twenty-Four Hours” es quizá el que más se acerca a la idea de suicidio de Ian Curtis (…una nube cuelga sobre mí, marca cada movimiento…). Abrumado por las giras, los viajes, el público que quería de él que representase su papel de loco en un escenario, cansado de tener alrededor gente que no le comprendía y ni siquiera prestaba atención a sus letras, Ian decidió que lo mejor sería alejar los problemas colgándose de su cocina, pero sólo era la idea. La consumación vendría después.

Con “The Eternal” el octavo tema del disco, uno siente las sienes palpitar por la emoción que transmite; es un tema reflexivo y a modo de procesión de Semana Santa a la manera inglesa, un hombre-niño abrumado por los acontecimientos saluda a las almas que le vienen a visitar como si fuera una columna de soldados alemanes. El ritmo del desfile es lento y hay flores tiradas por el suelo bañadas por la lluvia. La emoción se para y da lugar a la devastación de la personalidad en un lugar donde nada importa; no sabemos si estamos en el cielo particular de Ian o en las puertas del mismísimo purgatorio.

Acaba el disco más depresivo e intenso que he escuchado jamás. No es hablar a la ligera, pero una vez que escuchas “Closer” sabes que ya nada será igual y ningún otro disco artificial de sufrimiento adolescente puede hacerle sombra a esta obra magna que termina con una llamada de atención a la responsabilidad, la pérdida de ideales, y la falta de esperanzas con un tema esclarecedor por su título “Decades”; refleja las décadas de sufrimiento de post-guerra, los traumas infantiles agrandados con la edad; unos hombres jóvenes pero envejecidos por el entorno y por su interior que ha atrapado todas las piedras que ha encontrado por el camino. Una pesada carga nos ha caído encima y esa energía saldrá de alguna manera tarde o temprano.

Poco después de la grabación del disco Joy Division lanzaron al mercado un single con mucho éxito que Ian Curtis no pudo disfrutar. “Love Will Tear Us Apart” es todo un himno de amor, tan sincero como trágico, nos revela que el amor nos desgarra por dentro y el volcán se vuelve hielo y vuelta a empezar. Vivimos en la edad del hielo y ya nada nos puede afectar después de ver tantas exhibiciones de atrocidades.